- Todos los seres, todos los acontecimientos de tu vida, están ahí, porque tú los has convocado. De tí depende lo que resuelves hacer con ellos ahora.
- Para vivir libre y dichosamente, debes sacrificar el tedio. No siempre es un sacrificio fácil.
- No te dejes abatir por las despedidas. Son indispensables como preparación para el reencuentro. Y es seguro que los amigos se reencontrarán, después de algunos momentos o de todo un ciclo vital.
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